¿En qué consiste la Cistoscopía?
La cistoscopía es un procedimiento urológico a través del cual visualizaremos el interior de su vejiga y de la uretra, mediante un equipo denominado cistoscopio. La utilidad de este estudio es múltiple y la información que brinda es muy importante para diagnosticar y tratar sus molestias.
¿Para qué se realiza una cistoscopía?
Solicitamos la cistoscopía como complemento diagnóstico o para búsqueda de la causa de síntomas tales como:
- Hematuria (sangrado en la orina)
- Infecciones Urinarias a repetición
- Sospecha de tumoraciones en la vejiga o la vía urinaria superior
- Sospecha de cálculos (piedras) en la vejiga
- Dolor al miccionar (ya sea en la vejiga o en la uretra)
- Detectar malformaciones urinarias en los niños e incluso adultos.
- Diagnosticar ciertos casos de incontinencia urinaria y prolapsos
- Confirmación de obstrucción de la salida de la vejiga (crecimiento prostático)
- Evaluar úlceras o inflamación crónica de la vejiga.
- Visualizar estrecheces de la uretra
- Se puede además colocar catéteres o sondas especiales para solucionar obstrucciones.
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| Fístula |
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| Tumor de vejiga |
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| Inflamación crónica |
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| Cálculos en la Vejiga |
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| Estrechez Uretral |
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| Crecimiento Prostático |
Como se ve, son muchas sus indicaciones.
¿Cómo son los equipos que se utilizan?
Hay dos tipos de cistoscopios:
- Cistoscopio Rígido: El más usado y disponible en nuestro medio. Tiene diferentes medidas (grosor). Incluso hay diseñados para niños. En manos experimentadas es muy útil.
- Cistoscopio Flexible: tiene la ventaja de ser más delgado y manejable, sin embargo es costoso.
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| Cistoscopio flexible |
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| Cistoscopio Rígido |
¿Cómo se realiza?
Este procedimiento se realiza generalmente de manera ambulatoria, es decir no se tiene que quedar hospitalizado. Se puede realizar en el mismo consultorio o idealmente en una sala especial de procedimientos.
Parte por la firma de un consentimiento informado, donde se explica al paciente el motivo del examen, las complicaciones durante o después del procedimiento.
El paciente se coloca una bata, y se procede a la limpieza de los genitales.
Se utiliza anestesia local sumada a lubricación intensa de la uretra. En ciertos casos se puede optar por anestesia general.
Se adopta la posición de litotomía (piernas separadas y levantadas), mediante una camilla especial.
Luego se procede a la introducción del cistoscopio con sumo cuidado y delicadeza.
La duración del procedimiento varía entre 15 a 20 minutos dependiendo de lo que se quiera buscar o de los hallazgos durante el mismo.
No es doloroso, pero si es algo incómodo, sobre todo al paso del cistoscopio por la zona del esfínter. (se requiere relajación del paciente, para facilitar el paso del instrumento).
¿Qué consecuencias puede tener la cistoscopía?
Las complicaciones son muy poco frecuentes, sin embargo es bueno que la persona las conozca.
- Sangrado
- Estenosis uretrales
- Infección urinaria - fiebre.
- Perforación de la vejiga.
- No llegar a un diagnóstico.
¿Qué puede notar el paciente tras una cistoscopía?
- Puede presentar un leve sangrado que se autolimita. Es importante tomar abundantes líquidos.
- Puede haber dolor al miccionar o en el meato uretral (el orificio por donde sale la orina), para ello se aconsejan algunos analgésicos. El reposo ayuda, asi como baños con agua tibia.
- Puede desarrollarse una infección urinaria. Su médico valorará el darle algún antibiótico antes o después del procedimiento.
Puede retomar sus labores el mismo día o un día después del procedimiento. El informe del mismo es inmediato.
URONOR
Centro Urológico Oncológico del Norte.
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